20070130

:: (pendiente poner autor)

un lápiz es lo más mágico que existe
(más mágico que las varitas mágicas)

un lápiz tiene adentro elefantes
lagartos
sombreros, papalotes y conejos
y nubes
y naranjas

un lápiz tiene verdades reales
y verdades que no van a suceder

:: (Carolyn Kizer)

pensé
que cuando la luna estuviera llena
estaría nuevamente entre tus brazos

pero no

estoy en brazos de otro
y ni siquiera volteamos
a mirar la luna

20061103

Auvers-sur-Oise (Blanca Varela)

Nadie te va a abrir la puerta. Sigue golpeando.
Insiste.
Al otro lado se oye música. No. Es la campanilla del teléfono.
Te equivocas.
Es un ruido de máquinas, un jadeo eléctrico, chirridos, latigazos.
No. Es música.
No. Alguien llora muy despacio.
No. Es un alarido agudo, una enorme, altísima lengua que lame el cielo pálido y vacío.
No. Es un incendio.

Todas las riquezas, todas las miserias, todos los hombres,
todas las cosas desaparecen en esa melodía ardiente.
Tú estás solo, al otro lado.
No te quieren dejar entrar.
Busca, rebusca, trepa, chilla. Es inútil.
Sé el gusanito transparente, enroscado, insignificante.
Con tus ojillos mortales dale la vuelta a la manzana, mide
con tu vientre turbio y caliente su inexpugnable redondez.
Tú, gusanito, gusaboca, gusaoído, dueño de la muerte y de la vida.
No puedes entrar.
Dicen.

20061011

Miedo (Tadeusz Rozewicz)

Vuestro miedo es grande
metafísico
el mío pequeño funcionario
con cartera

con fichero
con cuestionario
cuándo nací
de qué vivo
qué no hice
en qué no creo

qué hago aquí
cuándo dejaré de fingir
adónde iré
después

20060508

Praga (Joca Reiners Terron)

Cuando en una mañana de resaca
reabro la botella de coca-cola de dos días
y veo el gas desaparecer en el aire
pienso en nuestro amistad.
No existe imagen más perfecta
para traducir lo que sentimos el uno por el otro:
una bocha del gas de la gaseosa disipándose.
¿Hay algo con menos gracia que una coca-cola
vencida?
Nuestra amistad.
Por eso te digo buenas noches: ¡buenas noches!
Que tengas sueños que no me incluyan.
Que el hombre de la gaita o el panadero nocturno
o incluso la pesadilla del afilador de cuchillos
entre silbando en tus sueños.
Que el silbido sea alto.
Que no te duemas.
O, si te dormís, que no despiertes.
La luna en lo alto...

Poesiectomía LXXVIII (David Rosenmann-Taub)

b + a – b:
me lo dirá.

a – b + a:
se lo diré.

b – a + b:
¿me lo dirá?

a + b – a:
me lo diré.

20060224

Mostrar (Juan Gelman)

En la memoria hay palabras que no se pueden decir. Duran, y hacen mal y hacen bien, como un caballo loco. Correr por esos campos sin tapar los ojos del recuerdo para que se detenga. Respetar el deseo que no fue. Contestarse con nada y mostrar valor ante el desastre.

20050505

::: (Ana Belén López)

Una muchacha
se recarga en el barandal
no mira el horizonte
no despide ningún barco
a nadie
no sueña con cruzar océanos
descansa un pie sobre otro
luego el otro

::: (Maximiliano)

la luna se va a caer en el río
si se duerme ¿quién la sostiene?
si se cae ¿por qué no se cae en mi casa?

*tomado de la revista "deriva". maximiliano es un niño oaxaqueño de 9 años.

20050501

La habitación del suicida (W. Szymborska)

Seguramente crees que la habitación estaba vacía.
Pues no. Había tres sillas bien firmes.
Una lámpara buena contra la oscuridad.
Un escritorio, en el escritorio una cartera, periódicos.
Un buda despreocupado. Un cristo pensativo.
Siete elefantes para la buena suerte y en el cajón una agenda.
¿Crees que no estaban en ella nuestras direcciones?

Seguramente crees que no había libros, cuadros ni discos.
Pues sí. Había una reanimante trompeta en unas manos negras.
Saskia con una flor cordial.
Alegría, divina chispa.
Odiseo sobre el estante durmiendo un sueño reparador
tras las fatigas del canto quinto.
Moralistas,
apellidos estampados con sílabas doradas
sobre lomos bellamente curtidos.
Los políticos justo al lado se mantenían erguidos.

No parecía que de esta habitación no hubiera salida,
al menos por la puerta,
o que no tuviera alguna perspectiva, al menos desde la ventana.

Las gafas para ver a lo lejos estaban en el alféizar.
Zumbaba una mosca, o sea que aún vivía.

Seguramente crees que cuando menos la carta algo aclaraba.
Y si yo te dijera que no había ninguna carta.
Tantos de nosotros, amigos, y todos cupimos
en un sobre vacío apoyado en un vaso.

20050403

La falta (Cristina Peri Rossi)

hay gente que le pone nombre a su falta
les falta antonio o cecilia,
un viaje a áfrica
o un millón de pesetas
un pisito en la playa
o una amante
un éxito en la loto
o un ascenso en el trabajo.

los que sabemos que la falta
es lo único esencial
merodeamos las calles nocturnas
de la ciudad
sin buscar
ni un polvo
ni una diosa
ni un Dios
sacamos a pasear la falta
como quien pasea un perro.

20050313

Entre ropas ajustadas se buscaba el alma (Paula Piedra)

Hoy me fui a la playa,
me tumbé en la arena,
aceité mi cuerpo y
luego vi cómo te veías
vos en pantaloneta.
Ejercicios todos mentales.

20050301

II (Alfredo Trejos)

Es bueno oler a las mujeres. Oler a las madres y a las hijas. Olerlas cuando bajan del autobús, cuando esperan, cuando aún no se han peinado. Cuando de malhumor recogen todas las sábanas de golpe y se sienten la gran miseria del día, mandan a alguien por jabón o cebollas y se toman una copa. Es bueno oler de vez en cuando a la santa, oportunamente a la puta, valientemente a la propia. Hay que oler la habitación cuando se viste, oler las abejas y el café cuando se ha ido. Oler el canto de la puerta, el aserrín. Las hojas de rasurar, los mecanismos del paraguas, el anillo olvidado, el periódico tibio. Hay que olerlas cuando se mueven. Olerlas profundamente cuando se retiran. Oler los gajos de la piedra, oler la sopa y la nuez cuando se asustan. Hay que oler sin miedo sus bolsillos, oler su respiración y su vacío, su mar y su pesca. Es bueno oler a las mujeres y decir: esto es polvo, esto es cera, esto es pasto.

20050227

: : : (Soren Vargas)

Nos han
enseñado a levantar distancias
con palabras

de alguna
forma

sin darnos
cuenta

contra la pared del mundo

y la calle intransitable
de la noche

viendo hacia arriba

nos han dicho
que el cielo está aquí
abajo

y lo hemos creído
sin preguntarnos...

detrás de las ventanas
una mujer
desnuda
despierta

y no sabe
por qué no duerme...

detrás de las ventanas
una mujer
contempla la ciudad

pero
después de muchos cielos
nublados

empezamos a dudar

y un día ya no entiendes
nada

un día sacas un arma
y miras hacia abajo

y te das en la cabeza

entonces
las palabras se terminan

en la calle del mundo

un poeta contempla
los restos de un héroe
urbano

y siente envidia

y escribe esto.

A la mujer del prójimo (Jorge Boccanera)

I
Llegó al cuarto entre asustada y no.
Su piel había memorizado calles
para que yo esta noche las caminase todas.

Llegó invadida de cebolla y pena,
de fiebre del pequeño y vecinas absurdas.
Llegó cansada de saludos breves,
preguntarse por qué a tanto silencio.

Necesitaba,
que esta noche sus hombros arrimen a otro puerto,
sus manos algo lejos del filo de la escoba,
su pelo rojo en otra almohada.

Entonces comprendí,
que la mujer del prójimo es ajena, incluso para él.

Su silencio,
como los parques en la noche.

II
Nunca froté mis ojos
con el paisaje de los tuyos,
ni desordené el día para que aparecieras,
ni he juntado tus ruidos con mi boca
para que no doliesen las preguntas,
ni siquiera me llamo como dices, pero
puedes quedarte,
hay un poco de sopa, algo de vino.
Afuera está lloviendo en otro idioma.

20050226

Escribiendo el currículum (Wislawa Symborska)

¿Qué hay que hacer?
Escribir la solicitud
Y anexar el curriculum.
Sin importar lo largo
de la vida, el curriculum
ha de ser breve.
Rige la consistencia
y elegir bien los hechos.
Cambiar paisajes
por direcciones
y recuerdos borrosos
por fechas fijas.
De todos los amores
sólo el del matrimonio,
y de los hijos
nada más los nacidos.
Importa más
quién te conoce
y no a quién
has conocido
De tantos viajes, sólo
los internacionales.
Pertenecer a algo
y no: ¿por qué?
Menciones honoríficas
sin su razón.
Escribe como si nunca
hubieras hablado contigo.
Y pasaras de largo.
No hables de perros, gatos, pájaros.
Arrumba los recuerdos,
los amigos, los sueños.
Más sobre el precio,
menos sobre el valor.
Mejor el título
que el contenido.
Mejor la talla de tus zapatos.
que a dónde llevan.
A quién se supone que eres.
Anexar una foto,
la oreja descubierta:
lo que importa es su forma,
no lo que oye.
¿Y qué es lo que se oye?
El estruendo de la trituradora
que destruye expedientes.

20050223

Stefanía, 1999 (Ana Wajszczuk)

Hablaba varios idiomas
polaco, español, lituano,
alemán, latín, inglés,
apenas pudimos decirnos algo
en todos estos años

hay una mesa entre nosotras
aquí sentamos todo lo que de ambas no sabemos

tengo un diccionario
hiszpansko-polski
una guía turística
de lugares que no sé pronunciar el nombre
ella está sentada
al borde de sus últimos silencios
y pienso en algo que pueda unirnos:
lo lejano que se siente
lo que no puede decirse, tal vez
o que a ninguna
nos hayan servido de nada las palabras

pero no encuentro nada para decirle
y ella guardó para sí lo impronunciable.

Ahora casi no habla
en ningún idioma
dice que todos los ha olvidado
dice que el dolor es en polaco
y todo lo demás sobrevivencias.

Tango (Cristina Peri Rossi)

La ciudad no eras vos
No era tu confusión de lenguas
ni de sexos
No era el cerezo que florecía -blanco-
detrás del muro
como un mensaje de Oriente
No era tu casa
de múltiples amantes
y frágiles cerraduras

La ciudad era esta incertidumbre
la eterna pregunta -quién soy-
dicho de otro modo: quién sos.

Ventanas (Constantino Kavafis)

En esas habitaciones oscuras donde vivo
pesados días, con qué anhelo contemplo a veces
las ventanas. -Cuándo se abrirá
una de ellas y qué han de traerme-.
Pero esa ventana no se encuentra, o yo no sé
hallarla. Y quizás mejor sea así.
Quizá esa luz fuese para mí otra tortura.
Quién sabe cuántas cosas nuevas mostraría.

20050220

:::(Roberto Juarroz)

Pienso que en este momento
tal vez nadie en el universo piensa en mí,
que sólo yo me pienso,
y si ahora muriese,
nadie, ni yo, me pensaría.

Y aquí empieza el abismo,
como cuando me duermo.
Soy mi propio sostén y me lo quito.
Contribuyo a tapizar de ausencia todo.

Tal vez sea por esto
que pensar en un hombre
se parece a salvarlo.

Hermandad (Octavio Paz)

Soy hombre: duro poco
y es enorme la noche.
Pero miro hacia arriba:
las estrellas escriben.
Sin entender comprendo:
también soy escritura
y en este mismo instante
alguien me deletrea.

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos (Cesare Pavese)

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos
esta muerte que nos acompaña
de la mañana a la noche, insomne,
sorda, como un viejo remordimiento
o un vicio absurdo. Tus ojos
serán una palabra vana,
un grito acallado, un silencio.
Así los ves cada mañana
cuando te inclinas sola ante el espejo.
Oh querida esperanza
también nosotros aquel día
sabremos que eres la vida y eres la nada!

La muerte tiene una mirada para todos.
Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.
será como abandonar un vicio,
como ver que emerge de nuevo
un rostro muerto en el espejo,
como escuchar un labio cerrado.
Descenderemos, mudos, al abismo.

20050219

No decía palabras (Luis Cernuda)

No decía palabras,
acercaba tan sólo un cuerpo interrogante,
porque ignoraba que el deseo es una pregunta
cuya respuesta no existe,
una hoja cuya rama no existe,
un mundo cuyo cielo no existe.

La angustia se abre paso entre los huesos,
remonta por las venas
hasta abrirse en la piel,
surtidores de sueño
hechos carne en interrogación vuelta a las nubes.

Un roce al paso,
una mirada fugaz entre las sombras,
bastan para que el cuerpo se abra en dos,
ávido de recibir en sí mismo
otro cuerpo que sueñe;
mitad y mitad, sueño y sueño, carne y carne,
iguales en figura, iguales en amor, iguales en deseo.
Aunque sólo sea una esperanza
porque el deseo es pregunta cuya respuesta nadie sabe.